A partir de las 14 la Selección argentina de handball disputará su último partido del Mundial: será frente a Alemania que ayer, cerrando su actuación en el Grupo I, cayó contra Noruega por 35 a 25, en Jönköping. El conjunto que dirige Eduardo Gallardo irá en busca del 11° puesto.

Mundiales atrás haber perdido por un tanto a manos de Serbia en handball habría sido un resultado más que meritorio para la Argentina, pero ayer, fue considerado un duro golpe para la albiceleste que no pudo cumplir su meta de estar entre los 10 mejores e la Copa del Mundo. Más allá del crecimiento que demostró el equipo partido a partido, perder 26-25 contra la mayor de las porciones de la ex Yugoslavia - selección que en los papeles podía ser derrotada por el equipo nacional - y haber al frente por dos goles cuando quedaba un cuarto de partido, deja sin dudas, sabor a poco. Dolió, también, ese cierre confuso del encuentro, en el que el conjunto albiceleste dispuso de varias chances para igualar y desaprovechó todas. La paridad en el marcador final le servía a la Argentina para cerrar el Grupo II arriba de la propia Serbia e ilusionarse con un 9º lugar.
"Ellos no supieron liquidarlo en el primer tiempo y nosotros en el complementario. Creo que en los dos casos se notó el cansancio que venimos arrastrando todos los equipos, ninguno está al 100%. Fue muy parejo y por desgracia, el último gol lo metieron ellos", manifestó Andrés Kogovsek, goleador del conjunto nacional con cinco tantos. Y así, tal y como lo resumió Cogote, fue el desarrollo del encuentro: La etapa inicial fue equilibrada, pero Serbia encontró alguna falencias y alcanzó una clara diferencia, de hasta 15-11. Antes del fin del primer tiempo, el conjunto sudamericano redujo la desventaja a 13-15. Su mejor lapso estuvo a principios de la etapa decisiva, cuando con una corrida de 4-0 pasó de 13-16 a 17-16. Nuevamente se destacó Matías Schulz, cuyas atajadas y contragolpes fueron lo mejor de la albiceleste. De esta forma, Argentina alcanzó un 21-19 a los 45 minutos. Y se mantuvo adelante hasta los 50, con el 23-22. Pero no supo sacar jugo de las exclusiones que sufrieron los serbios y éstos, no perdonaron. Por eso, revirtieron el marcador, por eso, los nervios, los errores y las infracciones estuvieron del lado de Argentina en el momento menos oportuno, por eso el equipo de Dady no pudo merecer más.

Hoy tendrán enfrente a Alemania, un equipo que tiene un sistema muy defensivo, similar al de Serbia, por lo tanto el conjunto nacional tratará de resolver su ataque para romperlo, algo que ayer no fue posible. Mayor tranquilidad, ajustes en la ofensiva y orden en el contraaraque serán las claves del encuentro, ya que en defensa el equipo se plantó muy bien.
El inventor de este deporte, Alemania, viene haciendo el peor mundial de su historia y buscará finalizarlo con una alegría. Sin embargo, se enfrentará a un equipo de jóvenes pasionales, que intentarán recobrar fuerzas para demostrar por qué llegaron donde llegaron a diferencia de otras generaciones y retirarse con la frente alta de Suecia 2011.