- C o p a - L i b e r t a d o r e s
Cruzeiro le quitó la posibilidad a Vélez de ser el primer equipo en clasificarse a octavos de final, tras derrotarlo esta noche por 3 a 0 en el Estadio Mineirao de Belo Horizonte y de esta manera, igualó la cantidad de puntos del conjunto de Gareca, en la cima del Grupo 7.
La primer derrota de 'El fortín' en la Copa Libertadores, es también el primer partido en el que pudo advertirse que el equipo de Liniers distó mucho de ser ese Vélez que logra subsanar cualquier adversidad, compacto, sólido, correcto en todas sus líneas. Esta noche, esas cualidades quedaron atrás y los once dirigidos por el tigre Gareca exhibieron una de sus peores presentaciones: fueron goleados por el club azul de Belo Horizonte, no lograron ser los líderes de su grupo y ahora tienen 10 puntos al igual que el equipo brasileño, pero este último cuenta con un mejor saldo de goles.
Durante los primeros 45 minutos, los hombres de punta brasileños, figuras de la noche, complicaron constantemente a la defensa del fortín, la mayoría de las jugadas de ataque pasaron por sus pies, desbordaron por ambos lados y se vio a un Kleber encendido, que amenazó desde el comienzo el arco de Montoya. Sin embargo, fue Thiago Ribeiro quien convirtió el primer gol a los 32 minutos con un tiro desde la frontal del área tras una brillante jugada individual y fue el socio de Kleber durante toda la noche, una sociedad que le permitió lastimar a un Vélez que estuvo metido en su propio campo, acorralado, sin ideas, resistiendo ante cada situación de gol de su rival.
En el segundo tiempo, las cosas se mantuvieron de la misma manera, y Cruzeiro no perdonó: esta vez fue Kleber el encargado de ampliar la diferencia en el marcador y liquidar el partido. A los 48 minutos, Ribeiro recibió un buen pase de Henrique, se internó en el área y se la cedió a Kléber, que remató sin problemas ante un arquero que poco pudo hacer. Cinco minutos más tarde, Kléber definió de forma exquisita ante la salida de Montoya, luego de ser asistido por Ribeiro.
A pesar de que los locales demostraban ser ampliamente superiores y tenían el marcador a su favor, aún iban por más: continuaron con la presión en el mediocampo, con un buen trabajo de Thiago Heleno, Gilberto y Fabinho, continuaron desplegando todo su potencial y generando las situaciones más peligrosas de la mano de Henrique y las descollantes actuaciones de los delanteros, y de esta forma, dejaron a los de Liniers paralizados, sin capacidad para crear juego. Los problemas para el conjunto visitante se incrementaron con la expulsión de Somoza por una doble amarilla, tras una dura entrada a Fabinho. El hecho de que un jugador con las características de Somoza, haya perdido la paciencia y la cordura, delata la magnitud de la situación que estaban afrontando en el fortín, el cual cometió 12 faltas y disparó tan sólo 3 veces al arco. Mientras que por el lado de Cruzeiro, llegaron con claridad 8 veces, le sancionaron 8 faltas y contó con 7 tiros de esquina, frente a 3 de Vélez.
Los brasileños, sabían que el de hoy era un partido decisivo, que debian demostrar su poder en condición de local, que debian imponerse frente a un equipo que en el partido de ida le había ganado 2 a 0, y tomaron este encuentro como algo mucho más importante que sumar de a tres. Durante la semana Kléber había declarado que este partido era un clásico, debido a la fuerte rivalidad existente entre Brasil y nuestro país, sobre todo teniendo en cuenta que en las dos últimas ediciones de la Copa Boca y Estudiantes lo eliinaron del torneo. Dichos desafíos se hicieron presentes hoy en el Mineirao, Cruzeiro impuso su ritmo y salió a buscar el triunfo desde el inicio, mientras que un Vélez desconocido no demostró ninguna resistencia, y no terminó de encarrilar su clasificación a los octavos. No obstante, en las anteriores jornadas, demostró ser uno de los mejores equipos, sobre todo por la calidad del plantel con el que Gareca cuenta, razón por la cual esta dura derrota no complica ni significa tanto para un equipo que tanto en la Copa como en el torneo local, viene realizando un buen papel.