El periodismo es una tarea grata, que gusta a quien la ejerce, que enaltece a los que buscan la verdad y mantienen una conducta ética probada. Muchos son los que pretenden dictar clases morales, los que desde un lugar determinado en los medios de comunicación quieren influenciar en la gente con sus opiniones. Desde nuestro lugar buscamos aportar nuestra visión como estudiantes de periodismo, asumir el desafío de diferenciar el show periodístico del periodismo puro, el reto de comprometernos a emitir ideas, conceptos, información, análisis y dejar de lado el plagio, la opinión sin conocimiento, la crítica carente de fundamento, etc., y disfrutar de esta actividad mientras un publico (no importa su dimensión) la recibe.A través de este lugar, queremos brindar información deportiva, actualidad de los distintos eventos como también de los distintos jugadores. Además, este blog, tendrá un alto grado de opinión. Pero vale aclarar, que de ningún modo la idea es idolatrar o defenestrar a nadie; sino, entender, que detrás de cada deportista hay personas, que sienten, viven y disfrutan al igual que todos, y que para muchos de ellos el deporte al que se dedican, es mucho…pero mucho más que un juego (*)


(*) Título extraído del libro Más que un juego correspondiente a la autoría de Juan Pablo Varsky

viernes, 2 de julio de 2010

El día en que Sudáfrica se tiñó de naranja y celeste

- S u d á f r i c a 2O1O

La jornada 22 del Mundial, la primera de cuartos de final fue la más sorpresiva de todas: penales errados, expulsiones y equipos que con poco fútbol lograron su clasificación a semifinales. Brasil se volvió a casa y Uruguay, luego de 30 años, está entre los cuatro mejores del mundo.

En Puerto Elizabeth, Brasil y Holanda llegaban con todo a Cuartos de Final, buscando una victoria que los deposite en Semis y confirme todo lo bueno hecho hasta el momento. Se enfrentaron tres veces en Mundiales, dos en semifinales y ganaron una cada uno. Si bien Holanda era un rival de peso, el favorito no dejaba de ser Brasil, porque parece que no saben lo que es perdonar, no saben lo que es sufrir o que no hay equipo que les haga frente. Y el primer tiempo lo confirmaba: la Naranja se mostraba impotente, mal parada en la cancha, sin juego, Sneijder sin encontrar la pelota, perdida, sin recursos para poder lastimar a la muralla brasileña, Robben era un jugador más del montón y los de Dunga, como siempre, hacían todo como si fuera fácil, como si no les costara.
 Holanda se mentalizó para ganar como sea, el jogo bonito, al igual que en este mundial, quedó a un lado. Usted se preguntará entonces, ¿cómo pudo haber ganado el partido? porque en el segundo tiempo empezó un encuentro totalmente distinto. El partido no ameritaba el empate, sin embargo, Holanda comenzó a crecer a partir de la tenencia en los pies de Robben. Van Bommel tuvo un papel fundamental, el equipo tocaba, se empezó a soltar, y ahí es cuando apareció la guapeada de Robben, se puso el disfraz de sudamericano para cambiarle el carácter al partido, su inteligencia sacó al equipo adelante.
Pero en el segundo tiempo, las cosas se tornaron extrañas: en un centro frontal, riesgoso por aquellos holandeses que podrían llegar a ganar en el área, Julio César se complicó la vida y salió a cualquier lado. La pelota se desvió apenas en Felipe Melo y se coló en el segundo palo. Era el empate, inmerecido, para una Holanda que convertía en su primera jugada de riesgo.
Luego del gol, Brasil se derrumbó. Brasil se equivocó. Y llegó el segundo gol (Sneijder), inesperado pero real. Melo perdió la paciencia, la cara de Julio César resignado lo decís todo, y mientras tanto, Holanda desperdició muchas chances netas de gol, pero le bastó uno solo para derrumbar a Brasil y supo aprovechar su desconcierto. Para ser el mejor equipo del mundo también se debe estar preparado mentalmente, porque no apareció un equipo vertical y arrollador: Holanda no luce, no entusiasma, pero es el más regular y por eso llegó donde llegó. Y hace rato que no pierde. Ganó los ocho partidos en las eliminatorias, convirtió 17 goles y le hicieron tan sólo dos. Y hoy, después de doce años está en semifinales.
 Mientras el pentacampeón hacía las valijas, un equipo sudamericano estaba haciendo historia, igual que en el '30, en el '50 y en el '70. ¿Por qué en Uruguay le quieren hacer un monumento a Suárez y Muslera todavía está besando y agradeciéndole al travesaño? Bueno, basicamente porque un partido que a priori parecía parejo, no lo fue tanto en el desarrollo y tuvo un final de película gracias a determinadas acciones casi insólitas. En resumen, tuvo de todo.
 Durante los primeros veinte minutos, la Celeste fue superior, porque merodeaba aunque no era muy justo en las definiciones. Toda áfrica alentaba a Ghana, un equipo que demostró que sabe manejar muy bien la pelota, siempre intentando por abajo y tuvieron su momento, pero no capitalizaron las buenas acciones, hasta que llegó el gol y fue un baldazo de agua fría para el conjunto dirigido por Tabárez.
 Uruguay se repuso en el complemento, sacó a relucir su chapa de viejo diablo en estas instancias, y solo tardó 9 minutos en llegar a la igualdad. Otra vez un remate de afuera del área, un tiro libre a pies de Forlán. Kingson se tomó el colectivo equivocado y la pelota se clavó en su palo. Empate merecido y a otra cosa, ya que Ghana se dedicó a esperar y Uruguay a no poder llegar al área rival.
 El tiempo suplementario fue igual, pero en el minuto 120 Adiyiah cabeceó y el destino era la red, pero Luis Suarez, goleador uruguayo y futuro prócer, la sacó en la línea con la mano. Obviamente, penal y expulsión. Gyan Asamoah, autor ya de dos penales para Ghana en el torneo falló y el destino le dio la espalda al equipo africano, ya que la suerte estuvo del lado de Uruguay a la hora de ejecutar los penales. Un Forlán seguro, un Abreu increíble y un equipo que clasificó al Mundial tras un repechaje contra Costa Rica, hoy es uno de los cuatro mejores del mundo. "Parece que hay algo que nos está empujando", dijo el Maestro Tabárez. Lo cierto es que cuando muchos creían que el primer clasificado de Sudamérica sería otro, Uruguay fue el que consiguió ese pase histórico y enfrentará a Holanda el próximo martes en el Green Point Stadium.
¿Quién lo hubiera imaginado? Nada, nada hacía prever este descenlace. Pero Holanda remontó la situación más complicada y Uruguay lleva a cabo su sueño. Atrévanse ahora a hacer sus apuestas, señores.